¿Cómo afecta el abandono a perros y gatos?
El abandono de perros y gatos es un problema social y ético grave que afecta profundamente la salud física y mental de estos animales. Más allá del daño inmediato que supone quedarse sin un hogar seguro, el abandono desencadena una serie de consecuencias negativas que perjudican su bienestar tanto a corto como a largo plazo, incluyendo el aumento del estrés, el riesgo de enfermedades y una mayor vulnerabilidad frente a accidentes o maltrato..
Impacto emocional y psicológico
Los perros y gatos son animales de compañía con fuertes vínculos afectivos hacia sus cuidadores. Cuando son abandonados, experimentan estrés, ansiedad y una sensación de inseguridad constante. Estos sentimientos pueden manifestarse en comportamientos ansiosos como el llanto, el miedo excesivo, la agresividad o incluso la apatía. En muchos casos, la pérdida del referente humano desencadena trastornos emocionales graves, similares a episodios depresivos.
Consecuencias físicas
Al ser abandonados, los animales quedan expuestos a condiciones adversas: clima extremo, falta de alimento y agua, así como la ausencia de atención médica. Esto incrementa su vulnerabilidad a enfermedades, desnutrición y heridas no tratadas. La supervivencia en la calle es sumamente difícil y muchos perros y gatos sufren lesiones provocadas por accidentes o peleas con otros animales. Y eso sin contar con el mal trato que reciben demasiado a menudo de las personas.
Impacto en la socialización
Los animales que han vivido toda su vida con una familia están acostumbrados a la interacción social. El abandono conlleva una ruptura en ese contacto, lo que provoca un aislamiento social. Esto dificulta que puedan relacionarse nuevamente con humanos o con otros animales, complicando su recuperación y posible adopción.
Consecuencias para la comunidad
El abandono también tiene repercusiones negativas para los refugios y centros de protección animal. El aumento de animales abandonados incrementa la carga de estos centros, muchos de los cuales carecen de recursos suficientes para atender a todos. Además, también supone una carga extra para las personas voluntarias que se encargan de alimentarlos y cuidarlos como buenamente pueden, gastando dinero de su bolsillo y, demasiado a menudo, sin la ayuda de ningún ayuntamiento.
La importancia de la responsabilidad
Evitar el abandono implica una responsabilidad absoluta por parte de los cuidadores desde el momento en que deciden convivir con un animal. Proveer atención, cariño, alimentación adecuada y atención veterinaria debe ser una prioridad. En caso de no poder continuar con el cuidado, existen alternativas como la reubicación en un hogar adoptivo o acudir a organizaciones especializadas que se encargan de buscar nuevas familias.
El abandono es, sin duda, uno de los mayores sufrimientos que puede padecer un perro o un gato. Comprender sus consecuencias ayuda a promover una tenencia responsable y a reducir este problema que afecta a miles de animales en Mallorca y en todo el mundo.